Acaba con la ansiedad sin pastillas

Vencer la ansiedad es posible. Quizá alguna vez te han recetado pastillas para tratar cuadros de ansiedad, depresión o contracturas musculares, o bien como parte de un tratamiento sintomático para el insomnio, las palpitaciones nocturnas o un dolor de espalda que no remite.

¿Y si te dijéramos que el efecto de estas pastillas puede aumentar si se combinan con una terapia psicológica que te ayude a enfrentar mejor tu día a día?

El psicólogo no es cosa de locos, cualquier persona puede ir al psicólogo y, lo más importante, a cualquier persona puede ayudarle a mejorar su vida.

No hay fórmulas mágicas

Los ansiolíticos, antipsicóticos o similares, tienen una eficacia comprobada en varios tratamientos médicos asociados a la salud mental y física.

Esto se debe a sus propiedades, que actúan como tranquilizantes, relajantes musculares o coadyuvantes en trastornos del sistema nervioso. Las pastillas siempre han de tomarse bajo la supervisión del médico y nunca se ha de exceder la dosis recomendada.

Por su parte, la psicología no compite con el tratamiento en pastillas sino que lo complementa. Los psicólogos no están facultados ni autorizados para modificar indicaciones médicas pero sí para enseñar a sus pacientes herramientas de gestión emocional que puedan contribuir a la eficacia de las pastillas que toman.Y es que no hay fórmulas ni pastillas mágicas, ni en la medicina ni en la psicología, para combatir la ansiedad de forma definitiva. Sólo la combinación de recursos y estrategias aunados a la voluntad del paciente por mejorar, consiguen efectos sostenibles en el tiempo.

Control inmediato y mejoría a largo plazo

Como norma general, los ansiolíticos y antipsicóticos se suelen indicar como solución en pacientes con ataques de ansiedad, ataques de pánico, brotes psicóticos, y otros cuadros que ameriten de forma necesaria un control de la situación. Su eficacia está probada y sus efectos colaterales son limitados, siempre que se tomen bajo supervisión médica estricta y por tiempo limitado.

A estos tratamientos de control inmediato de la situación es recomendable sumar una terapia psicológica que pueda ayudar al paciente a adquirir herramientas y desarrollar estrategias para una mejoría a largo plazo. Esta terapia psicológica no sólo vale para ayudar a maximizar y prolongar los logros conseguidos con las pastillas, sino que también ayudará a que el paciente no genere dependencia ante estas.


Vencer la ansiedad sin pastillas  

Vencer la ansiedad sin pastillas es posible gracias a la terapia psicológica.

En muchas ocasiones, los médicos desaconsejan el tratamiento con pastillas, ya sea porque se ha generado dependencia y/o tolerancia, porque existe alguna alergia o intolerancia a sus principios activos o porque en algunos casos puntuales los efectos colaterales de la medicación resultan especialmente dañinos para el paciente.

En esos casos, la terapia psicológica se convierte en el tratamiento principal para ayudar al paciente a reconducir su vida y mejorar la calidad de su día a día.

Los psicólogos llevan a cabo diversos tests de diagnóstico y, con base en ellos y en el historial médico del paciente, plantean una terapia que permita que el propio paciente sea capaz de reconocer sus síntomas y abordarlos en busca de recuperar el control.

En la consulta psicológica, se ofrecen al paciente herramientas y estrategias que le permitan reconocer qué situaciones disparan sus síntomas y cómo gestionarlas para evitar alcanzar picos que puedan derivar en crisis más agudas. Con el tiempo, la mayoría de los pacientes que sufren cuadros de estrés, ansiedad y depresión muestran una notable mejoría.

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